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Emociollavero. Seleccionando habilidades emocionales para el centro educativo

En el día a día del centro educativo,
llevamos encima un "emociollavero"
con el que vamos "abriendo" todas las "puertas",
resolviendo los retos de convivencia y de la docencia.

A menudo pienso en ello y veo que lo primero es:

1- conocerse a sí mismo.

Esto implica valorar:
1) qué es más importante para uno, qué es lo mejor que tiene y
2) qué se le da peor, para asumirlo y aceptar la colaboración con los demás
superando las dificultades y consiguiendo los retos propuestos,
llegando hasta donde cada uno pueda.

Una vez conscientes de ello, con la fuerza que eso proporciona, es importante

2 - entregarse a los demás.

No sirve de nada hacer cosas uno solo.
Apoyar a los demás es lo que más satisfacción da,
practicando:
1) la adaptabilidad y
2) la escucha activa.

A partir de ahí, aclara el horizonte:

3 - ser optimista.

El optimismo se renueva cada vez que:
1) Consigues comprender a los demás practicando la empatía y
2) puedes transmitirles tu confianza en la obtención del bien común a través de la
comunicación empática.

Este es mi emociollavero, y debo confesar que se me ha roto más de un bolsillo.

Pero merece la pena.






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